31 dic 2023

Resolución '24

 Bueno. Esta nota me encuentra en un momento medio incómodo para escribir una nota. Estoy en la mesa con la familia. Pensé que iba a tener tiempo para escribir esto antes de las doce o antes de irme pero el día se pasó raro. Este año se pasó rápido.

Pasaron muchas cosas.

No bajé de peso, incluso subí un poco. El avance profesional se vió bastante truncado. No terminé ningún videojuego ni el corto con Brian. Empecé el comic, pero no llegó muy lejos. Tampoco se logró lo del disco con Tani. pero nada de esto me molesta mucho la verdad.

Este fue un año de mucho movimiento y la aseveración de que lo único constante es el cambio. Todo fue un plot twist de un plot twist.

Este año fuimos de vacaciones a Miami y Tampa, manejé en USA. Me peleé con mi manager. Nos casamos con Celi. Fuimos a Bariloche a un hotel muy lindo y esquiamos. Nos mudamos a un duplex con jardín y parrilla. Entré a un nuevo laburo como fullstack y volví a trabajar con Steve. Nos fuimos a Japón de luna de miel.

Estamos esperando nuestro primer hijo, Santiago Ivan. 

Hice un curso de guión, escribí mi primer guión. En una de esas se convierte en un corto.

Escribí un disco cortito basado en un personaje del guión y estoy produciéndolo con un productor.

No me puedo quejar.

Y a pesar de que esta reflexión es bastante pedorra, me sirvió para cortar un poco con la racha de no escribir nada que no sea ficción por un tiempito.


Como deseos para el 24 me gustaría:

- Enfocarme un poco más en mi salud. 

    - Bajar de peso. 

    - Arreglarme la mandíbula. 

    - Hacerme la operación laser de los ojos

    - Mejorar en ciertas cuestiones psicológicas

- Seguir haciendo arte y proyectos artísticos. 

    - Corto, 

    - Comic, 

    - Juego, 

    - Disco. 

    - Lo que venga

- Recibir a nuestro hijo de la mejor manera posible y brindarle todo el amor y atención que pueda

- Seguir construyendo una relación de amor y confianza con Celi

- Ser un poco más sociable, conocer gente nueva o mejorar lazos con gente que ya conozco

- Tocar en vivo?

- Tener alguna especie de side gig me gustaría pero también sé que el tiempo libre va a ser más complicado de conseguir


En fin, fue un gran año y estoy en paz.

Buen final de 2023. Nos vemos a la vuelta.

31 dic 2022

Resolución 2023

Holis blog,

Este año fue muy productivo y sinceramente la cantidad de cosas buenas se llevaron puestas a las cosas malas y/o no tan buenas.

Recapitulando un poquito lo genial:

  • Comprar auto ✔️
  • Aprender a manejar ✔️
  • Aumento de sueldo ✔️
  • Alcanzar un puesto de Líder Técnico ✔️
  • Tener gente a cargo ✔️
  • Estar en contacto directo con un cliente gigante ✔️
  • Lograr completar proyectos a pesar de PMs cuestionables ✔️
  • No haber recaído en relaciones innecesarias ✔️
  • Sacarme la vesícula ✔️
  • Relaciones familiares, amistosas y romántica en orden ✔️
  • Hice una nueva amiga y una nueva banda ✔️
  • Muchos side projects ✔️
  • Dejé la coca cola (2 semanas van) ✔️
  • Conseguí una oferta laboral con reubicación a Barcelona, pero supe decir que no ✔️

Menciones especiales que no tienen que ver conmigo:

  • Celi consiguió laburo ✔️
  • Argentina ganó el mundial ✔️
  • Se leakeó el DNF 2001 ✔️

Cosas que podrían haber ido un toque mejor:

  • Producción artística ⚠️
  • Tiempo libre ⚠️
  • Stress ⚠️
  • Peso ⚠️ (89kg al momento de esta nota)
  • Salidas recreativas ⚠️
  • Sociabilización ⚠️
  • Choque de auto ⚠️
  • Vacaciones ❌

En fin, creo que fue un super año. 

Y de alguna manera gracioso por que empezamos con COVID, aislados, sin luz, sin heladera y Celi sin laburo.

Para este año si todo va bien me gustaría:

  • Seguir bajando de peso
  • Disfrutar las vacaciones en marzo
  • Ir a Japón
  • Seguir avanzando profesionalmente
  • Empezar/Terminar mi proyecto de comic sobre Emma la heroína vaga
  • Empezar/Terminar mi proyecto de libro
  • Empezar/Terminar el proyecto de disco con Tauri
  • Empezar/Terminar mi proyecto de corto con Brian
  • Terminar algún videojuego. Puede ser el carpincho, el dictador o la nena que se está haciendo pis.

Estoy contento por cómo se dieron las cosas y solo queda seguir laburando, creando, diseñando y rompiendo las pelotas. Gracias 2022, nos vemos a la vuelta.

14 oct 2021

Problemas especiales parte 3

 Varias semanas pasaron, hasta que un día Emma se despertó por el sonido de un enano prendido fuego tocándole la puerta.

- Odio los lunes. dijo Emma haciendo una clara referencia a Garfield

Pero no era lunes. Y el enano seguía tocándole la puerta completamente en llamas.

- Ayuda! estoy prendido fuego, dijo el enano actualmente incendiado.

Ema le abrió la puerta, buscó algo de arena que tenía y lo ayudó a apagarse.

- Gracias, eras la única que podía salvarme. dijo el enano agradecidamente.

Emma se sintió un poco mejor con ella misma, le gustaba ser útil, a pesar de que estar llorando en un rincón también tenía su atractivo.

- ¿Cómo te prendiste fuego? - dijo Emma

- Ehm... ¿vos viste lo que es la ciudad? literalmente media ciudad está prendida fuego. Ese engendro de la gelatina arriba de una madera nos está haciendo cagar a todos. 

El enano tenía un buen punto, Emma no salía hacía muchísimo tiempo y ya se había olvidado del resto de la gente.

Ese mismo día Emma empezó a volar por la ciudad recolectando arena y apagando varios incendios.

Una vez que terminó de apagar todo lo que pudo, se dedicó a buscar la guarida de la descendencia de la gelatina medio derretida (arriba de un pedazo de madera).

No tuvo muchos problemas para encontrarlo, ya que una búsqueda en el GPS la mandó exactamente donde tenía que llegar.

Cruzó la puerta del lugar y lo que vio la dejó congelada; la hija de la gelatina sobre un pedazo de madera era en realidad... la verdadera gelatina medio derretida arriba de un pedazo de madera.

- Pe... pero... pe... pensé que te había derrotado - dijo Emmma, pensando que había derrotado a la gelatina pero claramente equivocándose.

- La verdad que no; no me derrotaste. respondió la gelatina confianzuda.

- ¿Pero por qué? yo vi tu funeral. Dejaste de existir. Vi el dolor en la cara de tu familia. Vi como perdías tu nombre para dejar de ser llamada, ah eso: ¿tenés nombre?

- Sí, tengo nombre... pero no pienso decírtelo.  Es irrelevante para nuestro tipo de relación.

- Andá a cagar gelatina de mierda, te haces la superada solo porque tenés esta ciudad de morondanga (sic) a tus pies y la podés destruir como vos quieras, no te hace superior a mi, yo soy especial. 

Te crees que vas a poder destruir a todas las ciudades porque destruiste esta ciudad

Vos sos una cagada, con una vida insulsa que solo se dedica a crear caos y nada más, o sea, mirá lo que sos, no puedo ni creer que esté discutiendo con una gelatina a medio derretir arriba de una tabla de madera, hasta seguro que tu madera es pino o algo así barato, no se puede más. Sal del mar de la rivera gelatinosa y vete de mi ciudad!

- Primero que nada, nadie te invitó a mi choza en el centro de la ciudad. Vos sos la pibita que se autoinvitó para injuriarme. - dijo la gelatina, con un poco de razón

- Segundo, nada te ata a esta ciudad. Yo misma me encargué de sacar a tus familiares, amigos y resto de seres queridos antes de prender fuego todo. Por lo que no tenés ninguna razón válida para pelear contra mí.

- ¡Eso es falso! me necesitan, yo soy la única con habilidades especiales

- No me interrumpas. La posibilidad de hacer algo no te obliga a hacer ese algo, ¿podés dejar de ser una melodramática un rato nada más?

Emma se empezó a poner nerviosa, corrió a trabar la puerta blindada de la choza y estaba a punto de empezar a cachetear a la gelatina cuando fue interrumpida...

- Y tercero y último - dijo la gelatina amenazantemente - yo no estoy encerrada en esta habitación con vos, vos estás encerrada conmigo.

La luz se apagó. Y después se volvió a prender. Y después se apagó de nuevo. Y después se prendió de nuevo y. Todas las paredes de adobo de la choza estaban repletas de gelatinas medio derretidas arriba de maderas de diferentes árboles como cedro, cerezo, nogal y guatambú, lo cual dejaba en claro que lo de Ema había sido una mentira.

Emma perdió el control y se desvaneció. Le había bajado la presión. Las gelatinas la invadieron.

Al despertarse estaba en una habitación de hospital, con fiebre muy alta. Era la reina de las gelatinas.

El hombre calendario le preparaba un tecito.

- Sobreviviste. Al menos la parte buena tuya sobrevivió. - dijo el hombre estrafalario

- ¿Cómo que la parte buena? - respondió sorprendida Emma

- Sí. La gelatina.

- ...?

- Que no existe la gelatina, eras vos la que prendió fuego la ciudad.

- ¿Cómo que era yo? yo quería salvar a la ciudad. Estás equivocado hombre sexagenario, no podés decirme esto.

- Emma se despertó con sus últimas fuerzas y miró en el espejo: ella era la gelatina arriba de una madera (de pino). Y ni siquiera tenía forma humanoide. Cerró los ojos. Los volvió a abrir. Los volvió a cerrar y los volvió a abrir. Estaba parpadeando. Pero la imagen del espejo le mentía.

Emmmma tuvo que acostumbrarse a su cuerpo, acostumbrarse a su falta de habilidades especiales, acostumbrarse a ser normal. Al llegar a su casa y volver a prender la computadora para strimear se dio cuenta de que seguía siendo una persona.

Nunca nada fue como ella lo imaginó.

Pero ella estaba teniendo un cierre.

Y nunca nadie va a salvar su ciudad cuando muera.

13 oct 2021

Problemas especiales parte 2

Pero yo quería ser especial, por qué no puedo ser especial? Nada me deja surgir de la mediocridad. Todo el mundo me mira y no hago nada más que ser yo. - se lamentaba Ema, utilizando un castellano cuestionable.

Tiempo pasó sin que el gobierno volviera a contactarla. La ciudad ya no tenia tantos problemas después de haber pagado una indemnización millonaria a la familia de la gelatina medio derretida arriba de una tabla de madera, todo estaba más en calma.

Emma se volvió una webcammer porno con el fin de juntar algo de plata para la universidad. Su habilidad especial era que podía strimear por horas sin tener que cortar, eso la hizo llenarse de simps y donaciones. No era su culpa querer alejarse de la lucha por la justicia y el bien, simplemente no le convenía a nivel monetario.

El tiempo que Ema pasaba no estrimeando lo disfrutaba llorando en un rincón y sintiendo como si hubiera sido su culpa nacer con poderes especiales. No era su culpa arruinar todo, no era su culpa haber nacido en una ciudad tan problemática. No era su culpa que no requirieran de su ayuda tan seguido.

Un martes cualquiera se empezo a sentir mal mientras strimeaba. Apagó la webcam y se fue a preparar unos sanguchitos de miga. Escuchó que tocaban la puerta unas horas después. Era el hombre gobierno.

Necesitamos tu ayuda Ema, los problemas de la ciudad volvieron! el hijo de la gelatina medio derretida arriba de una tabla de madera volvió y es mucho mas fuerte que nunca. - dijo el hombre del gobierno, en un cuestionable uso del idioma español.

Pero no, Emmma no quería saber nada sobre gelatinas ni sobre salvar al mundo, estaba feliz con sus sanguchitos de miga.

No voy a ir, soy una adulta. Mi decisión está tomada. - dijo Emma convencida

Tenés que. - dijo el gobernante hombre

Sos la única con habilidades especiales, con habilidades únicas que le permitirían derrotar a una amenaza semejante a una medio gelatina derretida arriba de un pedazo de madera. - dijo convincentemente el hombre directorio.

Eso es una manga de mentiras y lo sabés. Cualquiera podría haber peleado y ganado contra esa gelatina. -replicó Emmm

Bueno la gelatina sí, pero y la madera? - respondió el hombre coso

Bueno, sí, la madera ponele que es otro tema, pero igual. Mi respuesta esta tomada. Y es no ni nunca. dijo Emma cerrando la puerta de calle de un portazo. El hombre diccionario quedó afuera.

Entonces Emma decidió bajar un cambio con la vida. Vivía sola, tenia como veinti algo de años y un montón de plata por los streams. Se quedó en casa, subió de peso, comió muchos sanguchitos de miga. No le importaba lo que pasaba en la ciudad.

De vez en cuando prendía el noticiero y veía que los problemas de la suciedad seguían aumentando. Que había gente construyéndole iglesias inmensas a la hija de la gelatina esa. Pero Emma apagaba la tele e intentaba no pensar en eso, ya suficiente tenía con ser especial.


12 oct 2021

Problemas especiales - parte 1

 Había una vez, una ciudad con muchos problemas. Más problemas de los normales para una ciudad de ese tamaño. Demasiados problemas.

Todo era problemático en su propia forma y cada problema en si podría ser explicado como una lista de problemas normalmente más grandes que el problema principal.

Un día nació un problema nuevo en forma  humanoide. Una chica, posiblemente, con unos cuantos problemas en el corazón.

Los médicos tuvieron que operarla, pero como justo ese día no estaba el anestesiólogo, alguien equivocadamente le dio un líquido extraño a la bebé.

Ese líquido extraño empezó a envenenarla, pero para bien en vez de mal. O eso creían.

Después de una semana, tanto la chica llamada Emma como su madre salieron del hospital.

Durante su niñez sus padres empezaron a notar en su hija habilidades particulares, habilidades especiales.

Su hija podía estar horas jugando sin dormir, aprendía a una velocidad inexplicable cosas que a otros nenes les costaban mucho más. Era una chica muy especial. No demasiado especial, porque tenía otros problemas, pero lo suficientemente especial como para ser considerada especial.

No en el mal sentido de especial, tampoco en el bueno. Simplemente era especial.

Para evitar que sea demasiado especial, sus padres decidieron llevarla a un colegio normal. Y la nena disfrutó mucho poder compartir tiempo y espacio con otros nenes. Algunos también eran especiales, pero no tenían habilidades especiales como ella. Ella tenía habilidades únicas, poco comunes, genéricas.

Ella descubrió a los siete años que podía ver a través de las paredes. A los nueve descubrió que podía escuchar lo que pasaba a kilómetros de dónde se encontraba. A los once descubrió que tenía una fuerza equiparable a veinte adultos mayores. A los trece descubrió que no le gustaba el pomelo.

Al cumplir los quince años unos hombres del gobierno se hicieron eco de sus habilidades especiales y decidieron dar una visita a su casa.

Sus padres estaban muy conflictuados con la situación. Estaban agradecidos a la suerte, Dios y el destino por haber tenido como hija una chica tan especial, pero temían por lo que eso podía llegar a significar.

Los hombres del gobierno le preguntaron a Emma si le interesaba formar parte de unos experimentos para medir sus habilidades. Ella los mandó al carajo.

Emma siguió su vida como una adolescente especial normal, sólo utilizando sus poderes para divertir a su familia y amigos en las fiestas. Para impresionar a algún pretendiente o para evitar comer pomelo.

Al cumplir los veintiún años, los hombres del gobierno volvieron a tocar su puerta. La ciudad se encontraba en problemas. Más problemas de los habituales. Emma era la única que podía ayudarlos.

Emma los mandó al carajo nuevamente, pero cuando vio a uno de esos hombres de dos metros vestidos de negro derramar una lágrima, recapacitó.

- Es un tipo común. - dijo Emma.

Está vestido de negro, mide dos metros, tiene armas a su disposición, una gran musculatura y una fuerza superior a la media. Pero sigue siendo un tipo común. Si quiero lo recontra re cago a trompadas y soy una minita. Pensó Emma en voz alta.

El hombre de dos metros vestido de negro empezó a llorar descontroladamente.

- Dale, vamos. - afirmó Emma.

Emma y el hombre de dos metros vestido de cuero negro fueron al centro de la ciudad. Una turba iracunda quería destituir a los gobernadores democráticamente elegidos.

- ¿Qué se supone que haga? - dijo Emma

- Usar tu habilidad especial - replicó el hombre caucásico de dos metros vestido de cuero negro.

Emma no sabía bien qué hacer. Por un lado entendía los reclamos del pueblo, pero por el otro, al ser criada en una educación normal tenía un lado sensible por las elecciones democráticas. Por lo que decidió ayudar al gobierno. Ellos habían pedido ayuda primero.

Emmma caminó por la multitud y logró encontrar al lider de la turba, era un hombre trans que reclamaba por sus derechos, como cientas otras de personas ese día en la plaza del centro de la ciudad.

- Entiendo tu reclamo. - dijo Emmma

Pero no era lo único que Ema iba a decir ni hacer ese día.

Con su fuerza incontrolable empezó a soplar muy muy fuerte y eso alejó a todos los integrantes de la turba iracunda del monumento en la plaza del centro de la ciudad.

En el noticiero todos hablaban de Emma, y cómo su acto de heroísmo fue muy criticado por la sociedad. Emma no sabía qué hacer.

Volvió a su casa y se puso a llorar abajo de una mesa.

Pasó una semana y Emma no se sentía mejor.

Mientras se hacía un té con pétalos de rosas, un nuevo hombre del gobierno le tocó la puerta. Ella ya conocía de que se trataba. O más o menos.

- Dale, vamos. - especuló Ema.

Al llegar era una especie de choza en el medio de la parte cara de la ciudad.

Emma entró y se encontró con el peor enemigo de la ciudad. El causante de (muchos) de sus problemas.

Era una gelatina arriba de una tabla de madera.

Emma se puso un poco incómoda.

- Ehm, disculpá que lo pregunte así... pero... - dijo Ema, dudando

- Ya sé lo que vas a preguntar, respondió amablemente la gelatina medio derretida arriba de una tabla de madera

- Sí, soy esto, qué sé yo. Yo no pedí ser así. Pero tampoco me arrepiento. O sea les estoy rompiendo todo a una ciudad entera y soy una gelatina descolorida medio derretida arriba de una tabla, no sé, vos fijate.

- Bueno pero...qué onda? tenemos que pelear? dijo Emma más confundida que nunca

- Supongo que viniste para esto así que sí. Vení que nos cagamos a palos. - respondió enérgicamente la gelatina.

La mítica pelea entre Emmmma y la gelatina duró unos míseros dos segundos. Ema la hizo mierda. O sea era una gelatina.

Al salir de la choza toda la ciudad festejó por el asesinato doloso de la gelatina, o casi todos, porque los familiares de la gelatina no estaban muy contentos.




8 ago 2021

Liquidez

Corriendo por el piso vomitado, la gente no reacciona. Tienen que moverse.

Tengo que moverme. Ellos me tienen que gritar. Tengo que gritarles.  Ellos me tienen que preguntar pacientemente. Tengo que explicarles con paciencia. Ellos tienen que subir ir a su destino. Tengo que asegurarme de que lleguen a su destino. Ellos tienen que llegar a tiempo. Tengo que dar las noticias de que su viaje está demorado.

Toda mí energía diaria se consume rápidamente.

Mí sueño es la paz, mí realidad es el caos.

Al final del día tengo que llegar a casa.

Tengo que preparar la cena, tengo que cenar.

El escaso tiempo libre se va muy rápido.

Tengo que masturbarme.

Es una necesidad básica en este momento. Pero cada vez que lo intento pierdo las ganas. Me quedo dormida.

Tengo que dormir. Tengo que despertarme. Tengo que desesperarme.

Todo es mecánico mientras tenga que hacerme el desayuno. Lo visualizo. Perdí la libido? Qué me pasa? Nadie me dijo que mis 30 iban a ser así.

Tengo que conseguir a alguien. Intentar una relación casual. Lo hago. Yo no funciono. Meter y sacar, pero la realidad es áspera y dura, completamente seca. 

Tengo que ir al trabajo. Correr, mover, gritar, explicar, asegurar, dar. Y que la energía se consuma.

Tengo que encontrar una solución. Tomo más de la cuenta. Empiezo a mirar videos. Nada lubrica. 

Me tiro en la cama y miro para arriba. Intento soñar. Algo que me haga entrar en razón. Algo que me despierte.

Y hoy me desperté. El fluido bañando las costas, las sábanas, la almohada.

Al fin mojar.

No lo podía creer. Pero pasó. No recuerdo mí sueño. Solo recuerdo lo último que hice. O que no hice.

Anoche no mee.

Perdí el control un poco.

Solté.

Tengo que limpiar, ir al trabajo. Correr, mover, gritar, explicar, asegurar, dar, contener, intentar que nadie se dé cuenta.

Hoy llegué a casa. Todo se pasó muy rápido. Sin pensarlo dos veces, cama, sábanas y liquidarme. Nadar en un mar de todo lo que me sobra. Todo lo que desecho.

Termino electrocutándome en placer con cada caricia.

No pude salir de la cama hasta el lunes temprano. Una explosión después de otra explosión. No tengo idea de cómo voy a sacar el olor y las manchas. Ya no es algo que importe mucho.

El lunes una persona que se puede enfocar completamente. Horas y horas. Personas y personas. Todo el peso aliviana mis hombros. Pero no puedo esperar al fin de semana.

Encontré el punto, no estaba dónde siempre pensé que estaría.

Metí el dedo todo lo que pude y la liquidez.

24 jul 2021

Curso de reparación de PC

Esta semana empecé un curso de reparación de PC.
La verdad que fui con pocas expectativas porque ya estoy en un momento de la vida en el que me cuesta realmente tener expectativas en las cosas.

Intento no culpar a la gente, pero supongo que a esta altura ya es un rasgo de mi personalidad el no poder confiar en nadie ni en nada.

Recuerdo momentos en los que hacer cosas simplemente porque podía me resultaba muy interesante. Como cuando de chico por una apuesta logré ser abanderado en menos de 5 días. O como cuando más grande logré conquistar a 7 chicas en la misma semana. Sólo porque podía.

Las cosas en el almacén no iban bien y esto me pareció una buena idea para hacer uso del galpón.

Me acuerdo cuando acompañaba a mi vieja y me llamaban la atención esos locales de reparación de electrodomésticos repletos hasta arriba de cosas. Teles desarmadas, motores de viejos lavarropas. Placas electrónicas de radios y un olor particular a polvo y abandono.

Intentando que mi cerebro genere algo de esa dulce oxitocina por la satisfacción del pasado o algo así, me tiré de lleno a este curso de reparación de PC.
El poster me llamó mucho la atención: Un diseño muy escueto con un copy que rezaba: “Curso de reparación de PC: Aprenda a solucionar CUALQUIER tipo de problema.” y unos datos de contacto. Nada más. Ni una foto de una pc.
Me contacté con el anunciante y me di cuenta de que el curso se dictaba en la misma cuadra donde yo tenía el almacén.El arancel era bastante alto, pero sólo se pagaba una vez finalizado el curso, así que buenísimo; no tenía nada que perder salvo tiempo.

Cuando llegué el primer día me encontré con una clase bastante normal. Todos alumnos bastante normales. Un aula bastante normal… hasta que llegó el profesor.
El profesor tenía pinta de haber sido un hippie toda su vida. Pelo largo, barba larga, vestido con chomba amarilla, pantalones claros y ojotas; no daba mucho la pauta de saber de computadoras. Tenía una voz finita, como si tuviera más de 80 años, pero se notaba que no pasaba de los 40. Era flaco y muy alto. Con los ojos medio entrecerrados

La primera clase fue bastante… normal, para mí.
Vimos las partes que componían la computadora, un poco información básica acerca de cómo el procesador hace cálculos, unidades de almacenamiento, instrucciones básicas y poco más. Bien.

La siguiente clase fue rara; ya la mitad del curso no había venido. El profesor continuó como si nada y nos siguió explicando. Estructuras de datos, bases del software, errores de capa 8, BIOS, boot, manejo básico de DOS. Esto iba bastante rápido.


La tercera clase representaba ya solamente un cuarto de la asistencia a la primera. El profesor seguía: diferentes sistemas operativos, comandos de la consola en sistemas Unix, formateo de disco rígido e instalación de Windows, variables de entorno, protocolos de transferencia de datos, programación en lenguaje máquina, lenguajes de bajo, medio, alto y altísimo nivel, lenguajes de etiquetas, computadoras virtuales y aplicaciones dockerizadas, base de datos relacionales y no relacionales, diseño gráfico orientado al usuario y a la experiencia de ese usuario, arquitectura de software, lógica de negocios, seguridad, cracking, hacking ético y no ético. Modelado 3D, texturizado con materiales PBR, animación por keyframe, MOCAP, realidad virtual, realidad aumentada, edición de videos, edición de fotos, vectores 2d, 3d, cuaterniones, motion graphics, testeo automatizado y manual, devops, software como servicio, encriptación, ransomware, troyanos, backdoors, json web tokens y muchísimas cosas más que realmente ni llegué a escribir por la velocidad a la que iba la explicación. Antes de irme miré por mis alrededores y quedamos solo el profesor y yo. Todo el resto de la clase se había ido.

Llegué a casa esa noche con la cabeza adolorida de tantos conceptos. Intentaba dormir pero mi mente solo podía enfocarse en computadoras. Lo que hace que las computadoras funcionen, la manera en que funcionan las computadoras y cómo funcionan las computadoras.

Me acordé de cuando a los diez años, en unas vacaciones en la costa, en la era pre smartphone, me llevé uno de esos Tetris portátiles y no paraba de jugar. Después de cinco días de jugar sin parar, ya no necesitaba la máquina: cerraba los ojos y mi cerebro jugaba al Tetris. Veía cómo se generaban las piezas y las intentaba posicionar.

Al otro día fui a la cuarta clase. Ningún otro alumno se presentó. Estaba yo solo con el profesor hippie. El profesor me miró y me dijo: “Las primeras tres clases cubrieron todo lo necesario para entender una computadora y los errores más comunes que una computadora puede presentar...ahora vamos a enfocarnos en los menos comunes...”
Algo en esa frase se sintió incómodo, hasta perverso incluso. Me daba miedo lo que sea a lo que se refería con ‘menos comunes’. Lo dijo de una manera rara…
y siguió: “Por ejemplo, ¿qué hacemos si nos entregan para arreglar una computadora que está prendida fuego y además no funciona bien el mouse?... no pensé que esta pregunta fuese en serio pero con miedo respondí: “Hm… usar un extintor y apagarla?”.
“Depende” respondió el profesor. “No sabemos qué originó el fuego, entonces no sería lo mismo utilizar un extintor para fuegos de combustible eléctrico, gaseoso, nafta, plásticos, magnesio o aluminio en polvo. Sería peligroso actuar sin tener ese dato. Una vez que solucionemos eso podemos limpiar el láser del mouse”.

En ese punto me sentí insultado; se aprovechó de mi inocencia como cuando te hacen ese acertijo de responder rápido “¿Cuánto es uno más uno? ¡DOS! ¿De qué color es el cielo? ¡AZUL! ¿Qué toma la vaca? ¡LECHE!... momento...” y ahí nos dimos cuenta de que en realidad la vaca toma agua y para ese momento ya se nos cagaron de risa.

A pesar de esto quise darle el beneficio de la duda y lo dejé seguir explicando sus casos poco comunes: “¿Qué hacemos si nos traen una computadora que en su interior tiene una ojiva nuclear y además no entra a Windows?”. No respondí. Miré para los costados como buscando alguien más que me saque de esta situación incómoda. Nada.
“Es muy poco probable que podamos desactivar la bomba nosotros…” continuó. “Lo ideal sería que escapemos hacia un bunker o busquemos una habitación subterránea y roguemos porque las paredes nos protejan de la inicial “lluvia de radiación”, la cual dura aproximadamente unas 48 horas. Después de esas 48 horas podemos proceder a formatear e instalar Windows”.

La clase siguió por unas cuantas horas más donde vimos, entre otras cosas: que hacer con una notebook que cayó en una bañadera de ácido y todavía se encuentra ahí (y la pantalla está un poco rayada), qué hacer con una mac la cual no permite la modificación de archivos en un USB formateado en NTFS y además está siendo usada como evidencia en una investigación por asesinato? ¿Cómo solucionaremos el problema con unos parlantes que reproducen sonido con fritura pero que deben ser usados al mismo tiempo que se fríen cosas en una sartén?

La agonía existencial me invadía pero en este punto ya no podía volver atrás. Sentía que estaba muy cerca de poder reparar cualquier problema de PC que encuentre. Muy cerca. Quizás no tanto.

En un momento me di cuenta que ya no sabía cuánto tiempo había pasado.
Aparentemente, la clase se siguió extendiendo hasta los confines del conocimiento de la humanidad hasta ese momento, y claramente a todo lo que todavía no había sido descubierto ni inventado, absolutamente todos los problemas comunes y poco comunes habían sido explorados.

El profesor me avisó que la clase terminó, salí del aula y el tiempo no existía más.
Las PCs no existían más.

Puta madre, me bailó sabroso.

31 mar 2021

Olor

 Ayer fui a lo de un amigo y su perro ciego me empezó a olfatear.

Al principio me olfateó un poco y sentí como se daba cuenta de lo que había comido, de cómo era mi oficina y de qué trabajaba, de mi edad y mi transpiración.

Después de un rato me di cuenta de que seguía oliéndome, y ya sabía cómo me llamaba, la dirección de mi casa, mi tipo de sangre, mi número de DNI y mi cumpleaños.

Me empecé a asustar, le dije a mi amigo que me iba. Pero ya era demasiado tarde.

Su perro ciego había olido mi ansiedad, mis miedos más grandes, mi paranoia, mi crisis existencial, sabía mis vergüenzas más profundas, hasta la vez que me cagué encima en el jardín de infantes.

Ya aterrado me quise ir de ahí. Pero no podía. Estaba parado adentro del hocico del perro.

7 mar 2021

Eso que pasó

 Habían pasado doce días desde lo que había pasado.

Yo sentía la inexcusable sensación de que de alguna manera iba a caer parado.

Pero el resto del pueblo era otra historia.

Algunos cayeron muy rápido. El nivel de duda fue una especie de veneno para su psiquis. Un solo mordisco plantó una semilla que creció de manera sobre acelerada.

No pudieron soportarlo. Siempre en tiempos desparejos. Era imposible ver un patrón. Era imposible saber qué lo había generado. Era imposible saber.


Un pueblo tranquilo, con sus propios proyectos, sus propios problemas. Pero con una inocencia intrínseca.

El compromiso con los vecinos, la familia, Dios para algunos y como síntesis las ganas de ser feliz.

Conformándose con lo simple, no buscando más allá.

Quizás el problema fue justamente no buscar el más allá y dejar que el más allá nos busque.


Sin darle tantas vueltas; un día simplemente pasó. Y nunca nada fue igual, ni es igual hoy.

Doce días después.


¿Lo único seguro? Todos lo sintieron.

¿Qué sintieron? Ahí se pone un poco más complicada la cosa.


Tito el granjero te puede jurar por sus ovejas y su ovejero alemán que él vio como un hombre vestido de traje bajaba del cerro y todo se iba enfriando a su alrededor.

El problema es que, en ese mismo momento, Pepito, que estaba con Tito compartiendo unos mates no vio a ningún hombre. No sintió el frío.

Pepito vio una luz.


En la otra punta del pueblo, Don Pancho en su puesto de panchos, sintió como el agua de sus panchos empezaba a hervir fuertemente, sin tener el gas prendido.

También fue una sorpresa para Juancito, que justo se estaba comiendo una medialuna con jamón y queso. La medialuna tenía gusto a churro.


Eliseo se quedó ciego esa misma tarde. Según él "nunca le gustó mirar" y ahora tiene prioridad para subirse al barco. Pescar si le gusta.

Arquímedes si vio algo; un oso de cinco patas. Todas de diferente tamaño. "Por suerte no me atacó" pero perdió el equilibrio.

Doña Rita no tuvo tanta suerte. Se llenó de moretones en los pies y nunca más pudo montar una crema. Dice que desde que pasó lo intento muchas veces pero siempre se le cortan. Cosa e mandinga.


Rudito no duerme. Escucha un zumbido constantemente. Antes tampoco dormía. Para mí es una excusa para tener algo para contar.

A Dulcinea no le dan las cuentas. Ni con calculadora. Y no es culpa de ella. Nos lo demostró; si ella pone 2 + 2 la calculadora le dice que da 5. A mí me da 3 como al resto del pueblo.


Tuni está contenta, no para de correr y de reírse. Bajó como 15kg que no podía bajar desde hace un montón.

El Serpo tuvo un aumento impresionante en sus ventas. Él desconfía siempre. Está seguro que en cualquier momento va a explotar todo.


Para la familia y para mí fueron otras cosas. 

Danita sintió una picazón en los dientes. Molesta pero tolerable.

Guillermina dice que la casa está al revés.  Que para ella el baño estaba al frente a la izquierda, cuando obviamente está al fondo y a la derecha.

Kiki dice que no lo tratamos "bien" desde hace doce días. Y Kiki no sé equivoca.

Eso es verdad, todos estamos de acuerdo. Pero es por otra cosa, no tuvo nada que ver lo que pasó con SUS desconsideraciones. Igualmente, preferimos que piense que fue eso.


El punto es que después de que pasó la gente empezó a hablar.

Nadie lo podía creer y nadie quería creerlo tampoco.

Todos con historias diferentes.

Y ese fue el problema para mí, mucho peor que lo que pasó.

Los habituales de la cantina fueron los primeros en llevarlo al extremo.

La discusión escaló muy rápido y terminó con varios heridos en el hospital. Incluyendo obviamente al dueño. Él siempre fue bastante metepúa.


Otro incidente fue en un transporte por una zona rural. Algunos peones exigían bajarse por la calor y uno sacó un facón. No sé bien que es un facón, pero tres heridos.


Cada un día o varios días. A veces en la misma mañana iban cayendo más caras conocidas al hospital. Los médicos no tenían ni idea. Literalmente se les derretía el cerebro por la duda.

Unos revivían. Algunos con ganas de consumir carne humana. La mayoría no.


Hubo un aumento desmesurado de pedidos de embalsamado de animales, personas y momias en general.

Cierta gente sentía que podía hablar con los espíritus y que era necesario volver a embalsamarlos para calmar sus angustias.


Otros tuvieron que re aprender el idioma y eso causó mucha gracia, pero principalmente peleas. Gente confundiendo palabras, letras y códigos postales. El correo un desastre.


Un día nos levantamos y por decisión del gobernador, el día del suceso no era un día; lo habían cancelado.

Pasamos de un viernes a un domingo derecho. Y eso claramente que causó protestas porque todos queríamos el sábado para ir a la laguna.

Todos los diarios, todo lo que todos dábamos por sentado se complicó.

Tuvieron que inventarse un nuevo huso horario para excusar la falta del día de por medio y reimprimir todas las agendas y calendarios de ese año. 

Pasar casa por casa, toda una maniobra gigante de logística. 

Todas las imprentas se fundieron.


Eventualmente se inculpó a un grupo de nenes por un sacrificio a un dios antiguo que había tomado lugar unos cuantos años antes del acontecimiento.

Cuando encontraron a los nenes todos ya eran mayores de 80 años y ninguno recordaba el suceso. 

Incluso el dios antiguo gigante estaba ahí, viviendo con ellos, preparando tortas fritas en un anafe chiquitito.

A los nenes no los pudieron penalizar por falta de correlación. 

Al dios antiguo tampoco.


Yo me dedicaba cada día a ir juntando recortes del diario y a ir armando la cronología de los sucesos que sí eran tangibles.

Intentando encontrar algo de sentido.

Algo que me haga sentir menos perdido en este mar de entropía.


No soy el único que lo estaba investigando (o quizás sí).

Soñaba cada día con tener una mínima punta.

Algo que me haga sentir como que estoy aunque sea encaminado en saber que es lo que pasó. Si algo pasó. Por qué pasó. Quien lo hizo.


Un día soñé que me encontraba con una luz. Al acercarme tenía aspecto humanoide, pero ninguna característica discernible. Se escuchaba como una aceituna. Tenía olor a luz. Tenía el carisma y la sequedad de un río de estática.

Cuando empezó a hablar noté que tenía un enano adentro y me desperté.


Hoy empecé a perder las esperanzas.

Después de doce días y con un 67% menos de población. No tengo nada que se pueda percibir.


Tengo una casa llena de recortes. Una libreta llena de apuntes. Y unos vecinos que planean matar a todos los que no hayan visto, sentido o entendido lo mismo que ellos.


Una vez de que termine de escribir esto, voy a salir a enfrentar mí futuro.

Con todos mis hermanos decidimos quedarnos en casa, encerrados.


Pasaron unos días y finalmente lo echamos a Kiki por estar en desacuerdo con lo que pasó.

En realidad lo echamos porque es insoportable. Pero bueno.


Danita se fue por si sola a los dos días en búsqueda de un odontólogo. Asumimos que lo encontró y se quedó allá. En algún otro pueblo con niveles menores de incertidumbre.


Guillermina estuvo varios días buscando la puerta de salida hasta que se logró ir.


Yo me quedé unos días más.

Hasta que me quedé sin comida. Y se me empezaron a caer las uñas por falta de calcio.


Me empecé a acordar de la regla de 7. Siete minutos sin aire, que en realidad son diez. Siete horas sin agua, que en realidad son tres días, y siete días sin comida, que en realidad son dos meses mientras tengas agua. Más de eso es complicado.


Según mis anotaciones, pasaron trece días y hoy puedo decir que no pude enfrentar al futuro.

El futuro es una mentira.

Mí única obsesión todo este tiempo fue buscarle un sentido a esto. Y hoy me siento derrotado.


La gota que colmó el vaso fue hace una hora, cuando salí.

No había absolutamente nadie afuera.


El pueblo estaba completamente desierto. Ya no había nadie con quién discutir siquiera.

Nadie preparado para intentar romperme la cabeza.


Revisé todas las casas cerca de casa. Vacías.

La proveeduría, completamente vacía.

Los autos, con el tanque vacío.

Los caballos, sin las patas.

La plaza vacía. Sin pasto.

Y decidí volver para casa. Si es mí final, el capitán muere con el barco.


Empecé a caminar lentamente para la casa, a revisar todos y cada uno de los recovecos del terreno.

Lo que más me llamo la atención es que tampoco habían animales.

Ni bichos. Plantas menos.


Completamente desconcertado. Empecé a gritar. A descargarme.

Y me golpeó un zapato en el hombro.


Me di vuelta y lo vi: todo el pueblo estaba adentro de mí casa.

Todos y cada uno. Los vivos y los muertos. Los dioses y los demonios. Hasta el boludo de Kiki.


Corrí para entrar en la casa y estaba vacía.

Salgo.

Doy un paso.

La casa se vuelve a llenar de gente.

...

Doy otro paso.

En la casa hay más gente.

Cada vez que me alejo, cada vez que doy un paso.

La casa se llena más y más. Rebosa de gente.

Las paredes se empiezan a destruir.


Un miedo me inunda. Y siento alivio.

Después de tanto tiempo, me alivia sentir otra cosa además de duda. O eso creo.

La casa parece estar a punto de implosionar.


Camino y corro hasta el cerro.

Veo de lejos como la casa se va desgarrando. 

El techo empieza a volar por los aires mientras cada vez más y más gente estaba aplastada contra las ventanas. 

No hay más espacio.

Siento la asfixia.

Miro al precipicio.


Sin dudarlo más, salto y siento el último crunch.


Abro los ojos y empiezo a llorar, cuando me doy cuenta.

Caí parado sobre una pila de 7 mil millones de humanos en el lugar donde estaba mí casa.


Entre ellos estoy yo mismo. Yo leí esto.

Yo lo causé.

25 jun 2019

no paso, mas nada

en la 4ta dimension (tiempo)
'nunca' significó 'mucho'
de las mentiras para aprender a caminar
la relajada fluctuación medicó la culpa

de la nada pasó
en la nada

disculpar para desigualizaciones
que nunca la seguridad aseguró
es perder piezas,
para armar,
pues la unión irracional

no es nada personal
ni que se pueda ver
lo que otros vieron
nunca vimos

paraleliando la nada
nada pasó
algunas deudas
que no querés pagar

pero mas se fue
la libertad excelsa
suelan los pies
mientras asienten las cabezas

si sostenguíamos duchas
figuras
ya son más las composituras
que universalmente nadaron

pero mas se espera
la salida nunca llega
no es mas tema en la arena
que
no paso,
mas
nada.