Era demasiado tarde. Cuando me estiré para agarrar los machucados remanentes de lo que en el pasado fue mi amigo pude ver su última expresión facial; era una mezcla entre una sonrisa y un gesto de aceptación.
Me alejé del descampado y volví a casa con un aspecto realmente desalineado; mis axilas parecían haber mutado en geisers durante los eternos veinte minutos que duró el incendio, mi cabello no había sido alcanzado por el fuego pero se sentía en él la espesura propia de las cerdas de metal en un cepillo, mi ropa por otro lado había cambiado de tinte hasta llegar a un tono cercano al negro y en mi cara se podían apreciar los rastros del hollín.
Al abrir la puerta, la veo a ella, tan radiante y cálida como siempre, me sostiene entre sus brazos y me pregunta delicadamente por lo sucedido.
Mi respuesta se basa en un gesto negativo casi imperceptible.
¿Pero no pudiste hacer nada? – vuelve a insistir mi amada con impaciencia
No, y preferiría que dejes de recordarme el hecho. –respondí con amargura.
Quiero creer que no fue mi culpa, que todo fue una simple pesadilla pero sé que es imposible; mis manos siguen todavía empapadas con los viscosos fluidos que se encontraban en su interior.
Y se me vienen muchísimas cosas a la cabeza, ¿qué tipo de crimen se supone que cometí? No es un simple homicidio.
Y se me vienen muchísimas cosas a la cabeza, ¿qué tipo de crimen se supone que cometí? No es un simple homicidio.
Vi el incendio en la madrugada; contemplé como el cielo se tornaba amarillo en medio de la noche, como todo el ambiente se volvía incómodo al momento de asesinarlo y ¿Valió la pena?
Sabía que cortarlo no lo dañaría, sabía que dispararle solo haría que su piel se regenerase al instante. El fuego, solo el abrazo de la brasa sobre sus carnes podría limpiarlo del pecado. ¿Qué pecado? Existir, habitar en un planeta que no fue el de su concepción, ser un extraterrestre.
Sí alguien que lo quiere puede hacerle esto, que se podría esperar de alguien que lo odia.
Me lastimó escuchar sus alaridos en respuesta al dolor pero los dos sabíamos que era por un bien mayor.
Me lastimó escuchar sus alaridos en respuesta al dolor pero los dos sabíamos que era por un bien mayor.
2 comentarios:
me gusto , cada vez mejor
que lindo que te comenten ¿no?
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