8 ago 2021

Liquidez

Corriendo por el piso vomitado, la gente no reacciona. Tienen que moverse.

Tengo que moverme. Ellos me tienen que gritar. Tengo que gritarles.  Ellos me tienen que preguntar pacientemente. Tengo que explicarles con paciencia. Ellos tienen que subir ir a su destino. Tengo que asegurarme de que lleguen a su destino. Ellos tienen que llegar a tiempo. Tengo que dar las noticias de que su viaje está demorado.

Toda mí energía diaria se consume rápidamente.

Mí sueño es la paz, mí realidad es el caos.

Al final del día tengo que llegar a casa.

Tengo que preparar la cena, tengo que cenar.

El escaso tiempo libre se va muy rápido.

Tengo que masturbarme.

Es una necesidad básica en este momento. Pero cada vez que lo intento pierdo las ganas. Me quedo dormida.

Tengo que dormir. Tengo que despertarme. Tengo que desesperarme.

Todo es mecánico mientras tenga que hacerme el desayuno. Lo visualizo. Perdí la libido? Qué me pasa? Nadie me dijo que mis 30 iban a ser así.

Tengo que conseguir a alguien. Intentar una relación casual. Lo hago. Yo no funciono. Meter y sacar, pero la realidad es áspera y dura, completamente seca. 

Tengo que ir al trabajo. Correr, mover, gritar, explicar, asegurar, dar. Y que la energía se consuma.

Tengo que encontrar una solución. Tomo más de la cuenta. Empiezo a mirar videos. Nada lubrica. 

Me tiro en la cama y miro para arriba. Intento soñar. Algo que me haga entrar en razón. Algo que me despierte.

Y hoy me desperté. El fluido bañando las costas, las sábanas, la almohada.

Al fin mojar.

No lo podía creer. Pero pasó. No recuerdo mí sueño. Solo recuerdo lo último que hice. O que no hice.

Anoche no mee.

Perdí el control un poco.

Solté.

Tengo que limpiar, ir al trabajo. Correr, mover, gritar, explicar, asegurar, dar, contener, intentar que nadie se dé cuenta.

Hoy llegué a casa. Todo se pasó muy rápido. Sin pensarlo dos veces, cama, sábanas y liquidarme. Nadar en un mar de todo lo que me sobra. Todo lo que desecho.

Termino electrocutándome en placer con cada caricia.

No pude salir de la cama hasta el lunes temprano. Una explosión después de otra explosión. No tengo idea de cómo voy a sacar el olor y las manchas. Ya no es algo que importe mucho.

El lunes una persona que se puede enfocar completamente. Horas y horas. Personas y personas. Todo el peso aliviana mis hombros. Pero no puedo esperar al fin de semana.

Encontré el punto, no estaba dónde siempre pensé que estaría.

Metí el dedo todo lo que pude y la liquidez.

No hay comentarios.: